lunes, 24 de marzo de 2014

Sobre Dios, lo que se encuentra uno.

REFUTANDO A DIOS COMO MENTE TRASCENDENTE.

Argumento Trascendental para demostrar la existencia de Dios, en base a los absolutos lógicos:
1. Los absolutos lógicos existen.
2. Son trascendentales, no dependen del Universo físico.
3. Por tanto, son conceptuales.
4. Al ser conceptuales y trascendentales, no son producto de la mente humana.
5. Por tanto, deben de ser producto de una mente trascendental.
6. Esa mente es Dios.

El argumento Trascendental, para la existencia de Dios, se fundamenta en base a las tres leyes de la lógica:
Ley de la identidad: ∀x (x=x). Algo es lo que es, y no es lo que no es. Algo que existe tiene una naturaleza específica.
Ley de la no contradicción: ¬(A¬⋀A). Una proposición y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido.
Ley del tercero excluido: (A⋁¬A). Una declaración es verdadera o falsa sin punto intermedio.

El argumento trascendental expresa su argumento en diversos puntos:
A). Los lógicos son trascendentales no dependen del espacio, no dependen del tiempo y no son producto del pensamiento humano.
B). Los lógicos absolutos no dependen del mundo material no son producto del mundo físico, y aunque el mundo físico desapareciera, seguirían existiendo y siendo verdad.
C). Los lógicos absolutos son por naturaleza conceptuales: La lógica es un proceso de la mente. Los absolutos lógicos suministran el marco de trabajo para el proceso del pensamiento lógico.
D). Debido a que los Absolutos Lógicos son trascendentes, absolutos, son perfectamente consistentes y son, independientes del universo; por lo tanto, éstos, reflejan una mente trascendente, absoluta, perfecta e independiente, la cual llamamos Dios.

CRÍTICA:

La existencia de Dios, nos da pie a inferir que Dios es Dios, y por tanto la Ley de la Identidad se ha de cumplir. Pero, para que el axioma (A=A) sea una proposición evidente e irrebatible, se ha de tener pues, un B distinto de A, del cual se corrobore que (A=A), dado que no es probado en base al principio de identidad que (A=A), pues para ello, ha de existir un punto B, un referente del cual poder afirmar de tal forma que (A=A) es cierto, por tanto, esto sintetiza la existencia, a tan solo A y B. No obstante, para esto, es necesario que tanto A como B existan. En el caso de Dios, el cual es definido como un ente primario, previo a toda cosa, ergo causa incausada, es legítimo concluir, que "en un principio, solo era Dios y solo existía Dios". Luego entonces, solo existía A (Dios) pero no existía B. De manera tal, que no se puede probar que (A=A) es manifiesto, y que A no es aquello que no es, es decir, B, ya que B no existe. Por lo que, el Principio de Identidad no es evidente solamente en (A=A), y el primer absoluto lógico no puede ser trascendental. Inclusive, aún si se aceptare, que tal absoluto lógico, emana de una fuente primordial, tal lógico, debería de haber sido producto de la existencia de al menos, dos o múltiples entidades, pues no solo ha de existir una referencia B para verificar (A=A), si no pues, para que (B=B), ha de existir un punto C, del cual se verifique que (B=B) etc..., lo cual refuta la idea de un Dios único y genuino, y desmorona la conclusión del argumento en cuestión.

Una crítica más formal, proviene del filósofo alemán, Friedrich Hegel, el cual, en su filosofía general y especialmente en Ciencia de la lógica, sometió al principio de identidad a una crítica radical. Si A es B, A depende de B, que a su vez lo niega, lo contradice. En tanto que pensado A, es realizado cuando es negado por B. En definitiva esta proposición equivale a la afirmación de que A es A, en lucha con B. El filósofo Ludwig Wittgenstein, comentó respecto al principio de identidad que A implica a no-A. Es decir, para todo A debe haber también algo que es no-A. Principio que utiliza para defender su tesis de que la el conjunto de reglas que conforman una gramática es absolutamente arbitraria. Conocido como la justificación mediante el argumento de la polaridad, que determina que ninguna oración declarativa puede justificar una regla de una gramática. Puesto que si una oración tiene sentido, su negación también debe tenerlo, y si una oración justifica una regla, su negación también debería hacerlo, lo cual es absurdo.

¿Si los absolutos lógicos son trascendentales, trascendiendo pues la mente humana, porqué han de depender de otra mente?. Se pretende demostrar que, en base a que los absolutos lógicos, no pueden ser producto de la mente humana, han de provenir de una mente, tan perfecta y absoluta como los principios mismos, y a dicha mente la llamamos Dios. Sin embargo, la trascendencia de los absolutos lógicos se ve cuestionada al anteponer como requisito indispensable, la existencia de otro elemento, la mente de Dios, dejando de ser trascendentes. Entonces, los absolutos lógicos no pueden ser una creación de Dios y ser trascendentes al mismo tiempo, pues la creación presupone un evento, un antes y un después. Y se violaría la Ley de no Contradicción junto con el Principio de Identidad, pues Dios, definido como tal, no puede ser y no ser Dios, y violar los mismos lógicos, que su mente plasma. Es pues, que solo la mención, de alegar que los lógicos son trascendentes, y atribuírselos a una mente cual divina, Dios, resulta contradictorio. No es posible concebir a los absolutos lógicos como producto de la mente de Dios, pues entonces la mente de Dios prescindiría de toda lógica hasta no haberla creado. Aceptando la existencia de los absolutos lógicos y su naturaleza trascendental, podemos llegar a la conclusión de que “algo trascendental” existió en todo momento, de tal suerte que los absolutos lógicos se cumpliesen desde “siempre”, sin necesidad de una mente, sin necesidad de Dios.

Si se acepta de todas formas, que los absolutos lógicos son expresiones y reflejos de una mente trascendental, dicha mente no puede por tanto, violar los mismos. Aún aceptando tal conclusión como verdadera, solo se "demuestra", que existe una mente, mas no, que tal mente sea el Dios bíblico. Dado que si se acepta tal cosa, entonces Dios está sujeto a sus mismas leyes, no puede violar los tres principios fundamentales que rigen la lógica, y tal es sin embargo, que tal y como está definido Dios, es un ser que resulta contradictorio, pues su omnipotencia, se ve negada por su omnisciencia, que a su vez es contraria con su omnibenevolencia, omnipresencia etc... Por lo que, aún aceptando la existencia de una mente trascendental, esta por lógica, ha de poseer atributos que la definan, y argumentar en base a esto, que tal mente, es el Dios bíblico, resulta contradictorio, pues tal entidad viola sus propias leyes, además de verse limitado por ellas.

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