UN GIGANTÓN AMABLE. George Floyd, de 46 años y padre de una niña de seis, era originario de Houston, donde se dedicaba al baloncesto y el fútbol. Cuando se quedó sin trabajo, se mudó a Minneapolis y se empleó como guardia de seguridad en el restaurante Conga Latin Bistro, en el centro de la ciudad, para enviar dinero a su familia. Sus compañeros lo apodaron Big Floyd. "Era alto y musculoso, pero súper amable, muy dulce", lo describió Vernon Sawywer, uno de ellos.
"Era un tipo siempre alegre", dijo Jovanni Tunstrom, el dueño del restaurante. "Tenía una buena actitud. Bailaba mal para hacer reír a la gente. Traté de enseñarle a bailar porque amaba la música latina, pero no pude porque era muy alto. Me decía bossman. Le dije: 'No me llames así. Soy tu amigo'. Pero él siguió llamándome bossman".
Los clientes lo recuerdan por sus abrazos y su sonrisa. "Los que lo conocimos sabemos que le gustaban los abrazos de los clientes habituales cuando trabajaba de guardia", escribió una mujer en Facebook. "Recuerdo que me cuidó cuando estaba borracha para asegurarme de que nadie intentara acercarse demasiado sin mi aprobación, y en los días que no traía un dinero extra para dejar mi abrigo, él guardaba mis cosas en su armario". La puertorriqueña María Isa escribió en Twitter que Floyd trataba a los clientes como si fueran "miembros de la realeza".
Floyd también fue guardia de seguridad en el refugio para personas sin hogar Harbour Light, del Ejército de Salvación de Minneapolis. Se había hecho una cierta fama en la industria del hip-hop, aunque no alcanzó tanto éxito. Como dijo el actor Will Smith, "El racismo no está empeorando, sólo es que ahora se está filmando".
Será?
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